Se encuentra usted en la fuente-lavadero conocida desde siempre en el pueblo como “Fuente de abajo”.
Está situada en el mismo barranco que la “fuente de arriba”. La construcción consta de fuente con caño y pilarillo, pilar y lavaderos (pilas de lavar). El agua sobrante se recoge en una alberca y se emplea en el riego de los huertos cercanos, sistema heredado de la época andalusí. Y cuentan las entendidas en la materia que este agua es muy buena “para lavar la ropa blanca”.
A esta apartada fuente ya no vienen mulos a beber ni mujeres a lavar, pero se ha convertido en un rincón sencillo, bonito, agradable y sobre todo tranquilo donde poder sentarse en invierno a disfrutar de un buen libro con el único sonido de fondo del chorrillo de agua cayendo al pilar y los agradables rayos de sol dándote en la cara; y en verano, al atardecer, es el lugar ideal para disfrutar del aire fresco del barranco y de una interesante charla entre amigos.
Sin lugar a dudas el aporte de bienestar está asegurado.